Botellas de Amor

No todos los plásticos pueden reciclarse en la planta procesadora

Todo junto es basura, pero separado es un recurso.
Todo junto es basura, pero separado es un recurso.

Muchos de los plásticos que desechamos a diario, por su alta complejidad, no pueden ser reutilizados fácilmente. Ya sea porque están compuestos por más de un solo material (los paquetes de galletitas de interior espejado, por ejemplo, que contienen plástico y aluminio), o simplemente por el tipo de plástico que son en sí.

Los plásticos blandos, por así decirles, son los que no pueden ser reciclados de forma sencilla. Así que separarlos para la campaña “Giles recicla” requiere de un paso previo: Botellas de amor.

Las Botellas Ecológicas, Eco Ladrillos o Botellas de amor, son las diferentes formas de llamarle a un mismo procedimiento.

La idea es rellenar una botella plástica con todos los desechos plásticos blandos que generamos a diario: paquetes de fideos, de galletitas, envoltorios de toallitas o de protectores diarios, envoltorios de papel de cocina o higiénico, bolsitas de plástico, etiquetas de botella de agua/aceite/gaseosa, sachet de leche (bien limpios, sin restos orgánicos), por solo nombrar algunos...

Todos estos plásticos tienen que estar bien compactados dentro de la botella. Para esto podés ayudarte con un palito, haciéndoles presión.

Posteriormente, sacá tu Botella de Amor/Eco ladrillo junto con la basura seca, según el día y zona a la que corresponda tu domicilio.

Otra opción es acercarla al Centro de Día Alihuén  (Avenida Scully y Guevara) o a la Planta Procesadora de Residuos Sólidos Urbanos (Ex Ruta Nº 7, Kilómetro 104,5), donde son derivados a una cooperativa que se encarga de transformarlo en madera plástica.

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